Las deficiencias visuales tienen mayor incidencia entre los colectivos con menos recursos económicos y menos estudios, especialmente jubilados, parados y mujeres, según un estudio impulsado por la profesora Laura Guisasola y coordinado por la Cátedra Unesco en Salud Visual y Desarrollo de la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC)y publicado en la revista Medicina Clínica.
Se trata del primer estudio de estas características que analiza la relación entre los defectos visuales y los problemas socioeconómicos, laborales y de género entre la población catalana.
Según este estudio, un 0,1% de los catalanes sufre ceguera, el 8,2% cataratas y el 4,7% declara sufrir mala visión, siendo las personas con menos recursos y estudios, especialmente las mujeres, las que más sufren estas deficiencias.
Del mismo modo, el 10,9% de los catalanes que tienen problemas de visión son jubilados y el 7'2% se encuentran en situación de desempleo, una tendencia que se agrava también el caso de las mujeres en paro (7,8%) que sufren más deficiencia visual que los hombres (5,4%).
Asimismo, las personas sin estudios o con nivel primario presentan más incidencia de mala visión, un 13,5% frente al 6,7% de catalanes con estudios y con problemas visuales.
Los primeros resultados del estudio, que aún está en desarrollo, pretenden ayudar a la toma de decisiones públicas y a la planificación sociosanitaria, ya que en el mundo hay 39 millones de ciegos y 246 millones personas con baja visión, según estima la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Se prevé que en 2020 la cifra de personas con ceguera incremente hasta los 76 millones, aunque el 80 por ciento de los casos se pueden prevenir o curar.
Para leer y/o descargar el artículo completo:
http://www.upc.edu/saladepremsa/al-dia/mes-noticies/primer-estudi-sobre-l2019estat-de-la-salut-visual-i-la-ceguesa-de-la-poblacio-a-catalunya/EstudimalavisioCatalunya.pdf